Artista: Babasónicos. Músicos: Adrián Dárgelos, Diego Rodríguez, Mariano Domínguez, Diego Castellano, Diego Tuñón, Tuta Torres y Carca. Lugar: estadio de Ferro. Calificación: muy bueno
“¿Qué más quieren de mí?” Esa fue la provocadora pregunta de Adrián Dárgelos mientras se encuentra frente a una multitud, con una media sonrisa que invitaba a la complicidad. La espera había terminado y Babasónicos, tras un tiempo de ausencia, deslumbró a su público en el estadio de Ferro, trayendo consigo un repertorio que danzaba entre sus clásicos y sus más recientes melodías. Esta reunión, por comezon al encuentro, supo ser más que un simple regreso tras su último show massivo en el Campo de Polo.
El corazón de la velada fue marcado por el reciente lanzamiento de su nuevo disco, Cuerpos Vol. 1, aunque lo que vivió la audiencia se sentía como un cierre de ciclo más que un inicio nuevo. El repertorio de Babasónicos es un viaje creativo, y aunque comenzaron con “Advertencia”, los favoritos de su disco anterior, Trinchera, iluminaron la noche con su esencia.
El setlist incluyó joyas como “Mimos son mimos”, “Paradoja” y “Mentira nórdica”, piezas introspectivas que, en verdad, parecen haber predicho el ambiente actual. La actuación de Babasónicos en esta presentación fue tanto un reflejo del presente como un recordatorio de su poderío en el escenario. “Fiesta popular”, un himno nacida de una época de celebración, se sintió como un poderoso manifiesto político, mostrando cómo la música puede trascender el tiempo.
Y mientras el show avanzaba, Dárgelos compartió pensamientos profundos y oscuros, sacando a relucir la letra de “Tiempo off” para que los asistentes piensen en lo efímero de la felicidad. “Me gustaría estar fumado casi todo el día, me encantaría construir un poco de alegría”, cantó, reflejando la necesidad de alivio en tiempos complicados. “Risa” y “Puesto” también aportaron ese toque personal y sensorial que caracteriza la propuesta de la banda. Y, en ese vaivén musical, “Gratis” resonó con su mensaje melancólico sobre las cosas más valiosas de la vida que son gratuitas.
El regreso de Carca, un viejo colaborador de la banda, fue inesperado pero bien recibido, adornando el ambiente sonoro con su presencia en temas como “El loco”, recordando a todos por qué su talento ha sido parte fundamental del recorrido de Babasónicos. Una conexión sutil que, sin duda, enriqueció la experiencia de quienes estaban allí para disfrutar.
A medida que el show se acercaba a su fin, “La pregunta” ofreció una envoltura poética del recital, un resumen emocional de la noche que nos envolvió. “La vida es un vaso de gaseosa aguada, como una secuencia de bromas pesadas” resonó entre el público, llevándonos a reflexionar hasta el último momento.
Finalmente, “El colmo” se alzó como la despedida, mientras los drones surcaban el aire y convertían a los edificios vecinos en parte de la actuación mágica que se estaba viviendo. Esa velada fue más que un show; fue un encuentro, un regreso y, sobre todo, una celebración del arte en todas sus formas, recordándonos que lo mágico puede estar justo frente a nosotros en las noches estrelladas de Caballito.
Adrián Dárgelos y Babasónicos brindan un show inolvidable lleno de canciones.


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