El pasado encuentro entre Mirtha Legrand y Yiya Murano fue un momento que dejó a todos boquiabiertos. La voz de la locutora Nelly Trenti resonó con un tono casi clínico al presentar a Yiya, quien había sido condenada por envenenar a sus amigas. Este episodio rompió con la rutina habitual del programa, que generalmente recibía a artistas y figuras del espectáculo. Yiya, conocida como ‘La envenenadora de Monserrat’, se sentó en la mesa más famosa de la televisión argentina, generando una mezcla de fascinación y repulsión. Mirtha, con su característico humor, le dijo a Yiya que no esperaba que asistiera, a lo que ella respondió con una sonrisa: ‘Cuando digo que vengo, voy, así sea al infierno’.
La conversación fluyó entre anécdotas y recuerdos, donde Yiya reveló que había pasado diez años en prisión, pero nunca se sintió realmente detenida. Afirmó que su estancia en la cárcel de Ezeiza fue más como un hotel, donde incluso tenía a alguien que la atendía. Sin embargo, la charla se tornó más oscura cuando Mirtha le preguntó sobre las acusaciones de envenenamiento que surgieron de su familia. Yiya defendió su inocencia con vehemencia, asegurando que nunca había matado a nadie y que las verdaderas culpables estaban vivas.
Nacida en 1930 en una familia acomodada, Yiya vivió rodeada de un círculo de amigas a quienes llamaba ‘hermanas del alma’. Sin embargo, detrás de esa fachada de amistad, había deudas y problemas económicos. Entre 1978 y 1979, varias de sus amigas murieron repentinamente tras consumir alimentos que ella les había llevado, lo que llevó a la policía a investigar y encontrar cianuro en su departamento. A pesar de ser condenada a 16 años de prisión, Yiya nunca mostró arrepentimiento y siempre mantuvo su inocencia.
Durante su tiempo en prisión, Yiya se dedicó a tejer y escribir, manteniendo una relación distante con su hijo, Martín, quien publicó un libro sobre su infancia y la compleja relación con su madre. Tras su liberación en 1995, Yiya vivió en la sombra, pero su fama nunca desapareció. Su aparición en el programa de Mirtha fue su último gran momento en la televisión, donde incluso bromeó sobre las masitas que llevó, desafiando la gravedad de su historia con humor.
El episodio se convirtió en un fenómeno social, generando debates sobre la ética de dar voz a alguien con un pasado tan oscuro. Yiya, con su frialdad y humor, dejó una huella imborrable en la memoria colectiva. A pesar de su muerte en 2014, su leyenda sigue viva, recordándonos que la vida puede ser tan intrigante como cualquier ficción.
Revive el histórico cara a cara entre Mirtha Legrand y Yiya Murano, la envenenadora.
Deja un comentario