Trueno, el icónico rapero nacido en La Boca, se encuentra en un momento excepcional. Su reciente actuación junto a una orquesta sinfónica en el Teatro Coliseo de Buenos Aires es una clara demostración de que el hip hop en Argentina está más vivo que nunca. “Lo que está sucediendo es una prueba de que tanto el público como el género están a la altura”, destaca Trueno. Esta celebración de la cultura y música argentina ante un público global es la misión que el rapero ha abrazado apasionadamente.
Subirse al escenario con una orquesta no solo fue un desafío, sino también una forma de reafirmar que el rap puede adaptarse a cualquier contexto sin perder su esencia. Durante su actuación, temas como “Rain III”, “Feel Me?” y “Fresh” resonaron intensamente. Aunque el inicio fue impactante, con un despliegue de instrumentos orquestales que a veces carecían de matices, el verdadero giro llegó con “Real Gangsta Love”, donde los pizzicatos marcaron el comienzo de un verdadero diálogo entre el hip hop y la música clásica.
En el corazón del show, piezas como “344” dieron paso a una atmosférica mezcla sonando más como un cóctel de lujo que como la profunda narrativa que suele ofrecer el rap. La letra captó la soledad del artista en los lujosos hoteles europeos, un tema recurrente en la música urbana que invita a la reflexión. “Ya estoy cansado de esta vida, de la fama, de la gira y los contratos”, expresa Trueno, un sentimiento identificable para muchos.
A lo largo del concierto, influencias del hip hop clásico como Lauryn Hill fueron homenajeadas, mostrando la riqueza de un género que no solo entretiene, sino que también aborda realidades sociales a través de letras profundas. La inclusión de menciones a figuras icónicas de la historia argentina, como Santiago Maldonado, demuestra el compromiso de Trueno de fusionar el entretenimiento con la conciencia social, mezclando lirismo consciente con el estilo más comercial.
Su colaboración con Milo J, el único invitado de la noche, representa un paso hacia la reinvención del hip hop en Argentina, incorporando sonidos folklóricos y propuestas innovadoras. Juntos, interpretaron “Tierra Zanta” y “Argentina” en un emotivo homenaje a la tradición musical local, algo que resonó profundamente con el público.
La recta final del concierto estuvo marcada por una serie de éxitos que hicieron bailar a todos: “Fuck el Police” reivindicó la lucha contra la violencia policial, un tema necesario en el contexto actual. Cerró con “Dance Crip”, una pieza que combina samples de diversos genios musicales, generando una atmósfera de celebración colectiva. Con pasos y rimas, Trueno se conectó profundamente con su audiencia, reafirmando su sentido de pertenencia a la comunidad.
La noche culminó en un ambiente donde los arreglos orquestales y la energía del público convirtieron el espectáculo en una experiencia memorable, uniendo géneros y públicos en un diálogo musical único. A veces, como en aquella escena de Los Simpson en la que Marge, sorprendida, dice: “Esto sí me gusta”, el hip hop y la sinfonía se encontraron en una fusión que dejó huella.
Trueno muestra que el hip hop argentino puede brillar en cualquier escenario.


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